Existe tanta variedad de acabados como de proyectos. Incluso manejando los mismos materiales, se pueden conseguir distintos finales. Pasa lo mismo con la tortilla de patatas, con los mismos ingredientes, a todos nos sale una tortilla diferente.
No quiero hablar en este post del barniz como tal, porque quiero pensar que de esto ya hemos pasado página, y cada vez están más extendidos los lasures, los cuales tienen muchas más ventajas, tanto a corto (fácil aplicación) como a largo plazo (mayor duración). *Todos nuestros trabajos donde se utilizan barnices, son lasures ecológicos de poro abierto.
Pero quiero ir más lejos, debemos acostumbrarnos cada vez más, a encontrarnos con construcciones en las que no se utiliza ningún material en el acabado, es decir, se deja la madera tal cual. Esto, que puede parecer una locura, puede tener distintas interpretaciones para el profano, pero queremos dejar claro que no es ninguna locura. Eso sí, sobre gustos no hay nada escrito.

La madera sin tratar en el exterior, se torna en un gris más o menos claro, dependiendo de la madera que sea y las condiciones meteorológicas que le afecten. Que esté gris no quiere decir que esté podrida ni mucho menos, es simplemente una especie de oxidación de la misma. La mayor ventaja está en una ausencia de mantenimiento para siempre, pero existen otras, como el saber a ciencia cierta que no estás en contacto con ningún material que te cause alergias de ningún tipo. Esto cada día es tenido más en cuenta. En el interior suele mantenerse inalterable, agudizando sus colores y oscureciéndose poco a poco.
Es engañoso que para durar, la madera ha de ser tratada. Hay maderas que incluso en el exterior no necesitan ningún tratamiento: Alerce, castaño o cedro, por ejemplo. Estas soportan muy bien la intemperie y el tratamiento no pasa de ser algo estético. Y hablamos de situaciones normales, no nos referimos aquí a postes telefónicos, que sí llevan tratamientos muy agresivos para garantizar una durabilidad máxima en el peor supuesto: enterrado.

Otro acabado que debemos tener en cuenta es el de la madera quemada, también muy muy duradero, pero utilizado mayormente como revestimientos, y no para las estructuras de las viviendas. A la madera quemada no le afectan los xilofagos, puesto que la materia orgánica está protegida por la zona quemada.
¿Sois más de aplicar un lasur, dejar la madera al natural, o de quemar?? ¡hasta la próxima!